Versión digital de artículo publicado el 2 de septiembre de 2017 Por motivos de derechos de autor no puedo publicar el trabajo fotógrafico original
Las personas que laboran en los refugios de animales aleccionan sobre la importancia de la empatía hacia todas las especies por igual para construir una mejor sociedad.
A pesar de tener el título como el mejor amigo del hombre, los perros no escapan de ser víctimas de la crisis económica y de la falta de sensibilización hacia su especie. Y es que en los refugios de Coro, no solo han disminuido las adopciones, sino que además, los rescatistas denunciaron un incremento en el número de casos de maltrato y crueldad animal.
Son muchos los caninos abandonados por sus dueños que terminan en las calles de la ciudad, esto sin contar la falta de políticas públicas para la esterilización de estos animales, que por naturaleza traen crías al mundo para posiblemente morir de hambre, sufrir violencia y padecer enfermedades.
La Fundación Hogar Provida Animal es una de las más reconocidas por sus años de trayectoria en el rescate y cuidado de perros en situación de calle o víctimas de crueles maltratos. Sus fundadores, Ángel Pinto y Gloris Argüelles, quienes viven con hermafroditismo y síndrome de Asperger respectivamente, iniciaron esta tarea con el objetivo de cuidar de aquellos con discapacidades y que por su condición, no son aceptados por la sociedad.
Aseguraron que como individuos se vieron reflejados en los caninos ciegos, minusválidos, sordos y con amputaciones, porque para ellos la mayoría de las personas rechaza lo que desconoce, en tanto que desde su condición pudieron ver más allá de las limitaciones de los perritos, ayudando a así al menos 800 a conseguir un hogar desde que se iniciaron en este oficio.
Pinto, el encargado de la asistencia médica-veterinaria y vicepresidente de la organización, explicó que una vez ingresados al centro ubicado en la urbanización José Leonardo Chirino de Coro, son atendidos por personal médico que los castra, vacuna y esteriliza; asimismo, reciben muchos casos que requieren de atención psicológica ya que la mayoría experimenta situaciones traumáticas. Seguidamente a los perros se les entrena hasta que recupera la confianza a los humanos y se optimiza su salud.
Mientras tanto obtienen recursos y ayuda de voluntarios y colaboradores que apadrinan a varios de los rescatados hasta que consiguen un hogar.
Debido a la crisis económica y a la ola de migración de venezolanos que buscan emprender en otras latitudes “la adopción ha bajado de una forma descomunal”, manifestó Pinto, al mismo tiempo que resaltó un aumento en el número de perros de raza abandonados por familias enteras que parten a otros países; por lo que exhortó a los ciudadanos que piensan irse a planificar con antelación otro hospedaje temporal o permanente para evitar el sufrimiento del animal.
Al respecto, Gloris Argüelles, presidenta de la fundación, periodista especializada en derechos humanos y con más de 30 años de trayectoria en el rescate animal, manifestó que estos perros falderos o de raza pequeña reciben especial atención de sus hijos, los cuales presentan autismo de alto y bajo funcionamiento. La madre asegura que por su condición, los caninos se dejan amaestrar por ellos en un proceso de autoayuda en el que ambas partes trabajan por mejorar sus habilidades de socialización, ya sea por causa de un evento traumático o por la naturaleza del síndrome. En tanto que invitó a las familias con niños especiales a adoptar mascotas entrenadas y habituadas a estar con infantes.
Crueldad animal
Son desgarradoras las historias de varios de los perros que ingresan a la fundación, quienes luego deben asistir a terapias. Existen casos de hembras que por zoofilia fueron esclavas sexuales de sus dueños y otros que perdieron sus miembros o desarrollaron alguna discapacidad a causa de los golpes.
Uno de ellos es el caso de Lelo, quien fue maltratado hasta al punto de quedar ciego y que hoy se encuentra en el limbo de su trauma.
Esto sin contar los casos de violencia psicológica asociados al abandono y aquellos donde reina la negligencia y terminan viviendo en condiciones inapropiadas, amarrados con mecates, alambres o cables sin contar con alimentos y agua.
Por una mejor sociedad
Argüelles, quien pertenece al espectro autista, manifestó que cuando se trata de discriminación hacia lo que es diferente, hay quienes obvian el hecho de que todas las personas son propensas a sufrir algún evento que los discapacite o condicione y es esa misma actitud la que asumen cuando se trata de otras especies con menores capacidades intelectuales. En tanto que expresó que “hay que hacer un llamado a la reflexión de los valores de la sociedad civilizada”, pero “cuando nosotros atropellamos, somos indolentes, perdemos los valores”.
EMPATÍA: Gloris Argüelles desea una sociedad más empática y diligente cuando se trata de convivir con quienes son diferentes, ya sean en las relaciones interpersonales y para con seres de otras especies con menos oportunidades y derechos.
En defensa de los animales, acuñó el problema de los perros en situación de calle al Estado y al gobierno municipal: “ellos son los responsables de mucho de los que está sucediendo en nuestras calles porque son lo que hacen las ordenanzas que le den fuerza legal a las denuncias” y disminuir así el índice de maltrato animal una vez que los ciudadanos son advertidos de que se trata de un crimen. Sin embargo reportó que desde la fiscalía segunda de control del Ministerio Público estas denuncias son canalizadas.
En caso de que nuestros lectores quieran ayudar a estos perros o conozcan de casos de violencia y abandono, pueden comunicarse a través de los números de la Fundación Hogar Provida Animal: 0424 683 11 46 y 0416 166 52 54