Versión digital de artículo publicado el 30 de marzo de 2017 Por motivos de derechos de autor no puedo publicar el trabajo fotógrafico original
La falta de agroquímicos y de semillas, además de las fallas en los sistemas de riegos, ha disparado los precios de las hortalizas
El aumento en los precios de las frutas y hortalizas en las últimas semanas está motivado por la escasez de recursos para sembrar como lo son los agroquímicos y las semillas, tal y como lo explican distribuidores y productores de estos rubros que traen a Coro parte de la cosecha de la región andina.
Los corianos manifestaron que debido a los incrementos compran en menos cantidad y se limitan a adquirir los alimentos básicos como la papa, la cebolla, el pimentón y el tomate, dejando de lado a las frutas para ocasiones especiales.
Los ciudadanos que hacen un mercado de vegetales comedido cada semana expresaron que a veces solo se los llevan por unidad y que por ello han bajado de peso.
Elibel Delgado, encargada de la feria Distribuidora Agrotrujillo, ubicada en la avenida Pinto Salinas, informó que los precios aumentaron entre 20% y 50% debido a la poca producción en Trujillo y Mérida. Reportó que la respuesta que recibe de los productores en esta región los sistemas de riego necesitan mantenimiento y no cuentan con el suficiente abono, fertilizante e insecticida para que las plantas se desarrollen sin problema. Esto incide en que la mercancía disminuya y que en muchos casos las cosechas se pierdan.
Una de las más afectadas es la siembra de tomates, la cual ha mermado por falta de semillas, en tanto que de 5.000 bolívares, pasó a costar 15.000 bolívares en cuestión de semanas.
La comerciante explicó que en su establecimiento se sigue consumiendo verduras, pero con la diferencia que se hace en menor cantidad, por eso sus ingresos han disminuido en un 30% a pesar de tener la misma afluencia de clientes.
Lanny José Arcila, productor agropecuario y trabajador en el feria Los Tachirenses, ubicada en la avenida Independencia, expresó que la escasez en el campo en es muy alta y que no cuentan con el apoyo gubernamental para surtirse de recursos para la siembra como el abono, los insecticidas, agroquímicos y principalmente de semillas. Es por ello que muchas veces tienen que comprarlos en Colombia cuya moneda es más fuerte que el Bolívar.
“No hay semillas de cilantro, cebollín, perejil ni de tomate. Tampoco tenemos abono y veneno para la plaga”.
Lanny José Arcila, productor agropecuario y comerciante.
Pedro Canelón, uno de sus clientes manifestó que la crisis llega a todos. Relató que en su casa viven cuatro profesionales que tienen trabajos fijos y sin embrago, estima que sus gastos en comida han bajado al menos en un 50%, pues “si uno gastaba 20.000, 30.000 bolívares en verduras semanalmente, ahora uno gasta hasta 100.000 por menos de lo que se compraba antes”, argumentó.
Asimismo, Milagros Chirinos, quien se desempeña como obrera, dijo que ya no se preocupa por comprar un kilo de cada cosa, sino un cuarto de eso, así como Mireya Rivero, un ama de casa que también escogía hortalizas en ese establecimiento indicó que agarra dos o tres verduras y -para su familia,- este cambio “es fatal, es muy difícil esta situación, cada vez nos ponemos más delgados”, lamentó.
Delvis Revilla, comerciante y cliente habitual en esta feria, calificó la situación de preocupante, “todos nosotros en la casa hemos perdido mucho peso. Comemos más poquito, como la mitad de lo que se comía antes”, expresó, al mismo tiempo que señaló: “y eso que yo me llevo todavía medio kilo de todo, pero la mayoría de la gente no llega ni a eso”.