Muchos son los consejos que se pueden dar a un estudiante para mejorar su rendimiento académico, pero es muy poco lo que podemos hacer para orientarlos en relación a lo que quieren para su futuro
Aunque sigas al pie de la letra estos consejos, nada más que la experiencia del primer semestre garantizará que has escogido la profesión adecuada.
Una vez que nos graduamos del bachillerato o de la escuela secundaria sentimos una deliciosa ansiedad por vivir en carne propia la definición de nuestro futuro
A los 18 años o menos esperamos tener claro lo que deseamos y sentir algún tipo de iluminación una vez que se deja el uniforme atrás… pero no todos poseen tanta certeza.
Esta es una aproximación a lo que se suele analizar cuando se trata de decidir sobre el siguiente paso en nuestras vidas. Sin embargo es importante señalar lo siguiente:
- No existe una edad ideal para comenzar a estudiar.
- Ninguna carrera es mejor que otra, pues que no todas sean tus favoritas no quiere decir que sean menos importantes.
8 honestos consejos para elegir tu carrera universitaria
Razones por las que deberías pensarlo dos veces antes de elegir lo que estudiarás a en la universidad… y por qué no deberías preocuparte tanto
1. Tómate tu tiempo
Los estándares que establece la sociedad son guías, no reglas. No tienes que comenzar inmediatamente una vez que termines el bachillerato si no estás seguro de lo que quieres. Intenta trabajar y viajar, pues al hacer algo distinto al estudio te darás cuenta de lo que extrañas y aspiras.
2. Descubre lo que te gusta más
Haz una lista de tus pasiones y deseos. De todo lo que anotaste, ¿con qué no podrías vivir? ¿Qué es lo que nunca te aburre? Recuerda ser honesto contigo mismo, debido a que en principio puede que tengas demasiado de lo que escoger.
3. Acepta en lo que eres bueno
Además de saber lo que te apasiona, considera tus habilidades. A muchos, por ejemplo, nos encanta cantar, pero a veces es mejor hacer nuestras presentaciones solo en la ducha. Con esto no te estoy diciendo que renuncies a lo que amas, solo que te sinceres sobre si lo que mejor sabes hacer te servirá de base para tus estudios profesionales.
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4. Asimila lo que no puedes o quieres hacer
Parece que vamos de macro a micro, así que espero que le encuentres sentido a lo que digo. Ya sabes lo que más te gusta y en lo que eres bueno, ahora es tiempo de que te pongas límites. Por ejemplo, ¿estás dispuesto a ver sangre? ¿Quieres trabajar en oficina? ¿Te gusta viajar? ¿No quieres lidiar con política?
5. Estudia la demanda profesional
Otra técnica que te puede ayudar a elegir tu carrera universitaria es estudiar la demanda profesional de tu país, de manera de que tengas garantía de empleo una vez te hayas graduado. Esto aplica si tienes muchos intereses y tu nivel de tolerancia para trabajar en diferentes ambientes es alto. Muchos países tienen déficit profesional en el sector de la salud y el educativo, por ejemplo.
6. No te dejes llevar por las elecciones de los demás
Hasta cuando elegimos carreras también hay tendencias. En estos momentos existe una ola de nuevos estudiantes de psicología, cuando hace unos años eran de comunicación social. Piensa en la relevancia que esa carrera tiene con tus intereses personales y no con lo que esté de moda.
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7. Piensa en un proyecto personal
La proyección nos ayuda a tomar decisiones. ¿Tienes algún proyecto entre ceja y ceja? ¿Una empresa, un libro, una película, una fundación o una aplicación que quieras desarrollar? Tener este tipo de metas tangibles puede hacerte elegir una carrera que en paralelo pueda complementar tus objetivos.
8. Lee los pensums de las carreras que te hacen dudar
Incluso en la carrera de tus sueños encontrarás materias o asignaturas que son una tortura. Si estás indeciso entre dos o tres puede que termines por decidirte cuando revises cada uno de los pensum o programas.
Cuando se trata del futuro muchos son los planes que pueden hacerse, pero también los que pueden cambiarse en el camino. Lo importante es sacarle provecho a todo y analizar a detalle los pros y contras de tus decisiones.