La técnica de tejido crochet, con la que emprende la estudiante de Comunicación Social, Daniela Avendaño, se ha convertido en su sello personal.
Cuando decidió aprender este arte por medio de videos en Internet, desconocía el poder que sus amigurumis tendrían en las personas.
Daniela estudia conmigo en la Universidad Arturo Michelena. Es un persona de voz fuerte, que no tiene miedo a decir lo que piensa, incluso cuando la conocí me sentí intimidada por su seguridad. Muchos supondrían que es tosca y desenfrenada, pero en realidad es alguien muy dulce y centrada, cualidades que pocos tienen.
Ayer pasé la tarde con ella en el Parque Fernando Peñalver de Valencia. Dios nos regaló un día soleado en plena temporada de lluvia. Era la primera vez que compartíamos juntas sin la presencia de nuestros amigos, solo así pude ver su lado más vulnerable, y no, su voz seguía siendo fuerte al igual que sus convicciones, pero con una sensibilidad hacia la vida, su familia, la fe católica y a la naturaleza que me conmovió.
Esa energía soñadora y bondadosa es la que transmite en su trabajo. Daniela aprendió la técnica de crochet con tutoriales en YouTube, la cual es el arte de tejer figuras tridimensionales, en especial muñecos. Comenzó a crear animales y personajes de Disney, mas sin duda mi creación favorita es la iguana, quizás se deba a que soy falconiana, pero tienen que admitir que es realmente hermosa, fotogénica como ninguna otra y la más solicitada por sus clientes.
Los amigurumis
The Granny, es el nombre de su marca, con la que logra despertar el espíritu del niño que todos llevamos dentro. Cuando le dio vida a Kero, uno de los personajes favoritos de Sakura Cardcaptor, descubrió que Kero es un amigurumi, el cual, en la cultura kawaii japonesa es un juguete para todas las edades que genera complicidad y compañía, además de protección y seguridad a su dueño.
Kero es el guardián solar de las cartas de Clow. Ayuda a Sakura a capturar las cartas y le da consejos sobre magia. Su apariencia inicial es la de un osito de peluche, pero más tarde se revela que su verdadera forma es la de una especie de felino alado.
Daniela, quien al igual que yo está en el noveno semestre y con la tesis sobre sus hombros, aprovecha sus tiempos libres entre clase y clase para tejer. Asegura que es un pasatiempo relajante además de la satisfacción de que con sus ventas ayuda a pagar los gastos de la universidad.
Sin embargo, admite que se requiere de mucho esfuerzo para emprender en Venezuela, pues para ver buenos resultados hay que realizar un trabajo de hormigas que no todos están dispuestos a hacer. Me explicaba que tomar decisiones respecto a tu negocio es difícil en tiempos de crisis por la escasez de materiales y los altos precios, pero que trabajar para sí mismo y en algo que te gusta es gratificante.
¡Espero que sigas cosechando éxitos, Daniela! ¿O tejiéndolos?
Si eres un estudiante universitario emprendedor y quieres que hable sobre ti. No dudes en escribirme al correo nerduniversitaria@gmail.com
Nos seguimos leyendo…
Kim
Excelente mi dani!!!
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Ella es genial!
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Que hermosura de post!
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Gracias!
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