En el libro «La Magia del Orden» de Marie Kondo, una escritora e instructora de estilo de vida japonesa, se estableció el Método de Konmari como una innovadora manera de ser más organizados sin agobiarse en el intento. Sigue leyendo para que conozcas cómo comenzar.
Con al menos 4.000.000 de copias vendidas en 33 de países, Marie Kondo, invitó a la humanidad a deshacerse del caos y por ello, es una de las personas más influyentes del mundo.
Así fue cómo nació el Método Konmari.
Su idea de organización es que una vez que logras habituarte al orden, alcanzas la plenitud que tanto necesitas para hacer tus proyectos.
El Método Konmari es una combinación entre simpleza, manos a la acción y el feng shui.
Y es que una casa ordenada, una oficina limpia y un cuarto libre de pilas de cosas, deja solo espacio para la tranquilidad.

De acuerdo con esta gurú del orden, la organización no es saber almacenar, sino el aprender a eliminar el desorden. El almacenamiento en este caso, solo genera un efecto rebote que no te libera del caos.
Para Marie Kondo, el Método Konmari se trata, en esencia, de conservar solo aquello que es imprescindible y desechar las cosas que no agregan valor o utilidad a nuestras vidas.
Es, por tanto, una limpieza profunda que una vez que se empieza no puedes parar. Dejarlo a la mitad es uno de los errores que se comenten cuando se está adoptando el método.
Cuando le dices «adiós» al desorden, ya no hay vuelta atrás.
Cómo iniciarse en el Método Konmari
El libro de Marie Kondo comienza con esta premisa: «La clave es hacer el cambio de manera tan repentina que experimentes un cambio total de actitud. Si el proceso es gradual nunca podrá lograrse el mismo impacto»…. así que, ¡manos a la obra y que nada te detenga!

Visualiza el resultado final
Lo primero que debes hacer es visualizar el resultado final. ¿Cómo quisieras que estuviese tu cuarto, la cocina, los baños y demás? Busca inspiración en Internet y enfócate. Entre menos cosas tengas, mejor. Piensa en espacios limpios y libres de cosas acumuladas y no pierdas esa motivación.
Recuerda que una vez que empiezas no puedes parar. Agenda un día, duerme bien, prepara comida rica y ponte manos a la obra.
Categoriza tus pertenencias
Lo que necesitas debe tener un nombre y un espacio de acuerdo con el Método Konmori. Una vez categorizadas tus pertenencias, establece los lugares en los que deberían estar ubicados. Considera dónde vas a colocar los objetos luego de que los hayas utilizado y si en ese espacio puede ser colocado cómodamente.
Las categorías básicas que Marie Kondo recomienda son las siguientes, aunque si quieres, puedes agregar categorías.
Ropa y zapatos
La ropa y los zapatos solo deberían ir en un solo sitio: tu closet. Si tienes parte de tu guardarropa en otros espacios y no te das abasto, es muy probable que tienes más de lo que necesitas.
Libros
Debes tomar una decisión sobre los libros que has leído o que tienes acumulados por herencia y que no pienses leer. Al igual que la ropa. Búscales un sitio único y elige un lugar cerca o incluso en la misma habitación que designes para leer. Prepara un rincón de lectura cerca de tu biblioteca.
Papeles
Los papeles de la universidad, el trabajo, las propiedades, exámenes médicos y demás aspectos de tu vida que tienes documentadas, no pueden estar regadas por doquier. Designa un solo lugar para eso, quizás una gaveta tipo archivero. Busca carpeta y designa por fecha, categorías y etiquetas si es necesario.
Komono
Komono dentro del Método Konmari es una palabra designada para objetos varios. Los decorativos, utensilios, herramientas, llaves, dinero, artículos de oficina. Escribe las subcategorías que necesites dentro de esta categoría y dedícate a encontrarle un solo lugar a cada una.
Sentimental
Las fotos, los diarios, las cartas y otros recuerdos de valor sentimental puedes colocarlos en una gaveta o un baúl al que recurrir cuando quieres recordar los momentos que marcaron tu vida. Si los guardas en un solo sitio, esto ayudará a preservarlos bien.
Ubica todo y ve parte por parte. En este punto no es necesario guardarlos, solo asignarles un lugar. Ya has avanzado bastante… ¡sigue leyendo!
¿Qué te da felicidad?
Luego de categorizarlo todo y conseguirle sitio, irás de lugar en lugar para sincerarte y seleccionar solo aquellos objetos que te hacen feliz.
Si te incomodan, tienen mucho tiempo sin uso, están vencidos, dañados, mojados rotos, tienes mucho de lo mismo (cinco tijeras, cuatro biblias, seis destapacorchos) o simplemente ya perdieron su utilidad, es claro que no te hacen feliz.
Este ejercicio te hará apreciar lo que tienes.
Descarta
Y este ejercicio te traerá gran alivio.
Descartar es lo primero que debes hacer. Primero desecha lo que no te hace feliz antes de guardar lo que sí, porque puede ser abrumador. Dona, regala y bota todo aquello que está demás y empaña tu visión del resultado final.
Guarda y evita el desorden
Como resultado, te quedarás con lo que es realmente indispensable y es momento de hacer valer el principio de categorización.
Aprecia tus posesiones y elimina el ruido visual que tanto te ha estresado. Valora la calidad de los objetos que decidiste conservar y de aquellos que piensas comprar en reemplazo de lo que ya perdieron su vida útil.
He aquí un último consejo…
Todos los días son especiales
No tiene sentido que tengas tu vajilla favorita guardada o tu platería sin al menos un primer uso. Cuando usas cosas de valor diariamente, le das más valor a lo que haces y dejas de necesitar comprar casi compulsivamente. Todo los días son especiales; así que te mereces rodearte de calidad y sencillez.
En Nerd Universitaria encontrarás las últimas tendencias en estilo de vida para que te conviertas en una mejor versión de ti. Sigue buscando la productividad y mantén tu sed por el conocimiento y el cambio de paradigmas. Para ello, ¡hazte fiel lector de este blog y no te decepcionarás!
Si has aplicado este método en tu casa u oficina, no dudes en dejar un comentario sobre tu experiencia. También quiero saber tus opiniones sobre el post y si te gusta este tipo de contenido.
¡Hola Kimberly!
Sin duda el método KonMari supone un antes y un después, ya que la gran ventaja es que la casa no vuelve a desordenarse tan fácil como antes. Ya no tengo que reordenar mi armario cuatro veces al año, con poner regularmente las cosas en su sitio se mantiene todo perfecto. Que esto es algo que pocos dicen, siempre se nos ha dicho que simplemente hay que poner las cosas en su sitio, pero muchas veces se tiene un millón de cosas que no tienen realmente un sitio adjudicado, o el sitio que tienen adjudicado es complicado de alcanzar y nos da demasiada pereza.
Sólo una sugerencia más: cuando tenemos una caja preparada con cosas para donar o vender, poner una fecha límite para hacerlo, de lo contrario va a estar rondando por la casa hasta que acabe criando sapos y culebras ahí dentro. 😉
Un saludo!
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Buen consejo eso de fijarte una fecha límite para donar las cosas que no quieres. ¡Gracias! Desde que adopté un estilo de vida minimalista mi decisiones tienen un significado más profundo. No hay nada mejor que tener menos cosas
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Buenas! Por aquí Jaír, de EfectiVida. Excelente resumen del método. En casa lo conocemos desde hace tiempo por mi mujer, y la verdad es que se nota cuando lo pones en práctica. Eso sí, sin irse a los extremos. Hay una anécdota que no se si será cierta que cuenta que una vez, Marie Kondo entró en una casa y explicó lo de que si algo no te inspira felicidad, hay que dejarlo ir. Entonces la mujer miró para su novio y preguntó: “¿Y esto? ¿Qué hago con esto?” (La anécdota es más o menos así). Bueno, sea como sea, es un método que ha cambiado la vida de muchas personas. Un saludito!
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Hola Jaír! Gracias por pasarte por aquí. Yo apliqué el método el año pasado y ha sido increíble. Aprender a desprenderse es un arte. Y sí, deshacerte de lo que no te hace feliz es necesario, incluyendo a las personas.
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