Acabo de entrar en Terna y vi que ya las inscripciones están abiertas para los estudiantes regulares de la UAM.
En varias oportunidades les he hablado de cómo funciona el proceso de inscripción, incluso, esos posts son de los más vistos, quizás por eso que llaman… empatía.
Aunque en comparación con otras universidades, nuestro proceso de inscripción es bien cómodo y sencillo, ya que podemos hacerlo desde casa y elegir a los profesores (muy importante para mí), siempre existe una tensión alrededor de todo lo que esto involucra.
Son muchas las emociones que se encuentran, solo puedo decir que es como una montaña rusa… tiene sus momentos de miedo, pero también de emoción. Creo que es más o menos así lo que todos los uamistas vivimos:
Entrar en Terna y ver su nuevo look
Enredarse con las pestañas desplegables de la barra lateral
Apreciar la nueva imagen luego de 10 minutos de prueba
Ver la frase que dice “atención a los estudiantes regulares” sentirse señalado
Saber que puedes pagar hasta el 30 de enero, pero todavía no sabes la fecha para inscribir las materias
La reacción de tu amigo cuando lo llamas y dices “¿Ya viste Terna?”
Cuando el profesor que no te gusta es el único que da esa materia
O cuando no tienes idea de quién es
Como te sientes cuando logras armar el mejor horario
Pero a veces no sale como lo planeaste
Tu intento de relajarte a quince minutos de la hora
Quien diga esto con el hashtag #InscripcionesUAM, es el de más RT
Tu actitud hacia los demás cuando estás frente a la computadora
El nivel de concentración que adquieres cuando es hora
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